Puede que el examen oral de inglés sea el que genera más inquietud entre los alumnos. Muchos se sienten nerviosos por la idea de hablar de temas desconocidos delante de dos profesionales de Cambridge (un interlocutor y un examinador) y quizás con un compañero al que acaban de conocer por primera vez al entrar en la sala. Aún así, en nuestros años de experiencia acompañando a los alumnos en el proceso de preparación de los exámenes de Cambridge, te sorprenderá saber que el examen de expresión oral – the Speaking test – suele ser la parte en la que los candidatos obtienen sus mejores resultados.
Parte de esto está relacionado con la obsesión por la precisión en el uso de la gramática o el vocabulario que tienen muchos alumnos y la presión que ejercen sobre ellos mismos para hablar perfectamente. Estos alumnos se están olvidando de que, durante el examen oral, los examinadores evalúan mucho más que los simples errores lingüísticos.
En el blog de hoy, nos centraremos en entender mejor la rúbrica de evaluación de Cambridge. Este conocimiento te ayudará a ponerte en la piel de los examinadores con el fin no sólo de que te sientas más seguro de tus capacidades en inglés, sino que también te sientas menos intimidado por la experiencia.
1. El uso del vocabulario y la gramática
Es cierto que el vocabulario y la gramática son factores significativos en el examen oral pero la verdad es que solo representan más o menos un 20% de la puntuación total. Además, quizás te sorprenda saber que los examinadores prestan más atención a un amplio uso de los recursos lingüísticos que al número de errores que cometes. Especialmente en los niveles más avanzados de C1 Advanced y C2 Proficiency, los examinadores buscan que demuestres un control de tus frases y las estructuras empleadas en inglés y tu capacidad para poder expresar con fluidez ideas complejas y opiniones matizadas.
Por lo tanto en la sala de examen, si te das cuenta de que has cometido un error, keep calm and carry on y, si puedes, corrige con cortesía tu error y continúa.
2. Manejo del discurso
Un criterio menos obvio es el manejo del discurso o ‘discourse management’ en inglés. En este caso, los examinadores se centran en la producción de ideas coherentes y en la organización de las frases especialmente durante las interacciones más largas. Los examinadores quieren ver cómo utilizas conectores o expresiones para desarrollar tu opinión de manera lógica. Lo ideal es poder hablar con detalle y claridad sobre un tema y no dudar demasiado en el proceso.
Una forma efectiva de trabajar y mejorar la gestión del discurso es practicar el habla improvisada. Eliges un tema, date un par de minutos en un cronómetro y practica hablando sobre ese tema hasta que se te acabe el tiempo.
3. Comunicación interactiva
La comunicación interactiva es otro criterio menos obvio, pero no menos pertinente. A este respecto, los examinadores prestan atención a la forma en que interactúas con tu pareja y el interlocutor: ¿eres capaz de contestar a tu pareja, tomar la palabra por turnos y hacer avanzar la conversación?
Especialmente para los alumnos de B2, C1 y C2, las tareas de conversación deben resultar naturales y parecerse, en algunas maneras, a un partido de tenis. Pero en este caso tu pareja no es la competencia, al contrario, los examinadores esperan que trabajes con tu pareja en ciertas partes del examen para debatir sobre un tema y hablar por turnos. En estas tareas quieren ver que la pareja que se examina colabora y es capaz de llegar a un acuerdo sobre el tema de la conversación.
Muchos estudiantes creen que necesitan hablar tanto como sea posible durante el examen, pero, en realidad, compartir el tiempo de conversación con tu compañero te servirá mejor en este sentido. Para mejorar tu nota de interacción, debes ser capaz de hablar cuando la conversación te surge de forma natural y animar a tu compañero a hablar haciéndole preguntas y mostrando interés por lo que dice.
4. Pronunciación
En la rúbrica de examen proporcionada por Cambridge, la palabra clave que leerás es «inteligible». En ninguna parte se menciona tener un acento nativo en inglés. De hecho, los examinadores quieren que los alumnos sepan expresarse de una forma efectiva que ayude a transmitir su mensaje. Para puntuar bien, el alumno debe demostrar el uso adecuado de la entonación y el acento en las palabras además de la pronunciación correcta de las letras distintas.
No existen atajos para conseguir una pronunciación perfecta, pero sí que hay algunas formas de practicar más eficazmente y mejorar tus habilidades. A diferencia del español, el inglés es un idioma que se habla más despacio. De hecho, cada idioma tiene su propia personalidad y su propia forma de expresarse. Cuanto más escuches a los nativos en inglés e imites sus expresiones, más notarás estas diferencias. Por ejemplo, muchos alumnos de inglés creen por error que hablar con fluidez significa hablar más rápido. Hablar demasiado rápido refuerza los malos hábitos y no te servirá para mejorar tu pronunciación. Por el contrario, hablar más despacio te dará tiempo para respirar correctamente y pensar en lo que quieres decir a continuación y la manera en que quieres decirlo.
5. Logro global
Last but not least! El logro global se refiere a la capacidad de un alumno para hablar fluidamente de los temas planteados, desde los más cotidianos hasta los más abstractos: ¿el alumno es capaz de gestionar las diversas interacciones en inglés? y ¿puede utilizar con facilidad una variedad de gramática y vocabulario para hacerlo?
En realidad, este criterio parece una mezcla de la rúbrica anterior. Pero lo importante es tener en cuenta que será el interlocutor (y no el examinador) el que se encargará de puntuar el logro global mientras les hace las preguntas a los candidatos.
Lo que está claro es que el examen oral de Cambridge evalúa una amplia gama de capacidades. Recuerda que no hay que temer un examen oral y los examinadores no buscan penalizar tus errores, si no que buscan puntuar tus aciertos.
En este artículo te hemos dado la información clave para entender qué es lo que están evaluando y cómo puedes demostrarles mejor tus habilidades lingüísticas para superar con éxito tu examen oral de inglés. ¿A qué esperas ahora? ¡Es hora de empezar a hablar y practicar!
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